La Shining Silver Haze es un cruce de Haze, Skunk y Northern Light
Desde que un par de hermanos comenzaron a criar sativas de todo el mundo en los años 70, los fumadores de cannabis han estado sumamente agradecidos por la existencia de una cepa llamada Haze. Originariamente, esta fue la culminación de años cruzando miles de semillas de Colombia, México, Tailandia y el sur de la India. Con el tiempo, la genética Haze llegó a Holanda, donde se sometió a más procesos de hibridación, convirtiéndose en la referencia de las variedades sativa modernas.
Al llegar a Holanda, junto con las ahora clásicas cepas Skunk, un par de criadores se pusieron manos a la obra para encontrar ese súper híbrido que capturara el colocón y el sabor dulce de una Haze, pero con la fase de floración más corta de una índica. Al combinar la genética Haze, Skunk y Northern Lights, uno de esos criadores acabó creando uno de los primeros clásicos Haze, la Super Silver Haze.
Desde entonces, esa genética inicial se ha extendido y cruzado todavía más. En Royal Queen Seeds estamos orgullosos de ofrecer nuestra propia versión, la Shining Silver Haze, para el disfrute de todos los sibaritas de las sativas. En interior crece a una altura en torno a 1m (muy baja para una Haze), mientras que al aire libre nuestro híbrido puede crecer hasta los 2m. Esta planta necesita mucha luz para florecer y alcanzar todo su potencial.
Cosechas superiores a la media y breve fase de floración
La Shining Silver Haze feminizada produce entre 600-650g por planta en exterior y hasta 650g/m² bajo una luz de 600W. El período de floración dura unas 9-11 semanas, lo que no está nada mal para una Haze. No hay muchas cepas de esta familia que puedan producir ese característico sabor dulce y colocón potente en menos de 10 semanas, pero la Shining Silver Haze no es una Haze cualquiera.
Super Silver Haze – Sabores dulces y efectos cerebrales
La fumada de la Shining Silver Haze es simplemente fantástica. A los fumadores les encantará el colocón cerebral instantáneo que se produce con cada calada a un porro o bong. El efecto Haze va directo al cerebro, dejándote en un verdadero estado de contemplación. Su fumada también tiene un sabor agradable, con un regusto muy dulce que hará temblar de emoción a tus papilas gustativas.